Mi exploración artística indaga en el autodescubrimiento y la contemplación, inspirada por experiencias y aprendizajes durante los viajes de mi vida, mismos que han cambiado de manera profunda mi forma de entender el universo, así como la realidad en la que vivimos. Es por esto que mi trabajo surge de un marco de interés por la interconexión entre lo físico y lo metafísico; es decir, la forma sustancial de la energía con relación al espacio/tiempo.
Un aspecto importante en mi practica, es el hecho de reconocer la materia y la energía como espejos que se reflejan en la unificación de las polaridades sin una línea divisoria. Lo cual, me permite entender la materia no como un campo de información que es procesada a través de pares binarios de opuestos quedándose en concepto, sino como un área que no tiene límites, donde todo cabe. No en un sentido figurativo, sino literal. Es decir, para mí, la materia (incluso mis propias obras) es reflejo directo del la energía, donde no hay una linea que lo divide. Por esta razón, cuando describo mi obra, empiezo por hablar de la no dualidad; que observo en la naturaleza externa/interna en la vida y en la mortalidad.
En 2018 estudie Arqueología y Estudios Humanísticos y Sociales, trabaje en arqueología subacuática, un área que me condujo a encontrar que el arte trasciende la evidencia material. A través de esta experiencia aprendí a analizar todo por estratos y registros. No como divisiones, sino tiempos que se interconectan. Es por eso que en mis pinturas, se pueden ver hechas a partir de capas y estratos que se crean con procesos que involucran el secado al sol y al aire en las condiciones climáticas, mismas que salen de mi control y a su vez con un sentido de agencia unificando la obra con luz y sombra, el espacio negativo y positivo. Además no están hechas a partir de bocetos, dejando el espacio al subconsciente y la expresión del momento en el que son creadas. Mis esculturas e instalaciones acentúan puntos claves de este proceso creativo.
En mi obra, las capas representan la integración del pasado; mientras que al exponer la obra, el observador representa el futuro; es decir, la posibilidad de una nueva creación (siendo el observado co-creador de la misma). Como se muestra en la física cuántica; La conciencia es fundamental en el tiempo- espacio/ materia -energía, el rol del observador-participante es fundamental. En la obra al expresar la no dualidad se crea la integración paradójica de la razón, emoción y experiencias de este tiempo y este espacio interno-externo.